Frío

El frío me trae monotonía y tristeza interior, mi cabeza está acostumbrada a ser un torbellino de pensamientos y dificil es apartar los pensamientos de mi habitualidad, todo absolutamente todo es racionalizado, cualquier persona puede creer que no es un buen negocio vivir asi, pero yo lo necesito, el frío, anula mi cuerpo por completo, por alguna razón, en invierno me cuesta sacarme el frío, que me hace dornir, dormir y dormir, dormir sin pensar me dejala cabeza lliviana, me deja vacía, me despierto y el día ya está empezado o ya se está terminando, me despierto y no quiero salir, el gris me parece que en distintas tonalidades cubre la ciudad y solo puedo encontrar un buen consuelo en la música para la desazón que me produce ese aletargamiento.
Cada año me enfrento a ese enorme desafío de verme de cara al invierno crudo en un día que será una lucha en contra de los pies y las manos heladas, litros de café y bebidas calientes serán vertidos en mi interior, el sol quien otrora me causara un poo de aversión se convertirá en fuente de energía y alegría, la música como siempre será el balsamo y el premio por el esfuerzo de sobrevivir estos noventa días sin hibernar, buscando entre los licores y los chocolates la huída de la sangre helada que corre por mis venas.
La caprichosa naturaleza de esta parte del  mundo nos dá estaciones bien diferenciadas, con primaveras coloridas, veranos quemantes, otoños bien dorados, e inviernos,sin nieve, pero con vientos helados, y días ridiculamente cortos, levantarse de noche es una manera deprimente de empezar un día que empieza a esfumarse a las seis de la tarde con mucho mucho frío, solo el amor por lo que se hace puede disipar ese obstaculo y presiento en este un invierno menos crudo en el alma, erradicar el frío de la mente será la clave para conseguirlo.